Giampaolo Bellucci, el Ladrón de Palabras
Los versos de Giampaolo Bellucci, poeta italiano de renombre, ya han cruzado el Océano aterrizando directamente a Colombia con su nuevo trabajo “Ladròn de palabras” que se estrena estos días, editado por la editorial sudamericana Papel Y Làpiz y traducido al español por la poeta italiana Elisabetta Bagli. El volumen es una recopilación de versos, en italiano y español, que incluye poemas que son los buques indigne de su producción como: “A mi mamá Rosina”, “Melancolía”, “Tiempo”, “La playa de los recuerdos”. En sus habituales líneas, Bellucci explora lo cotidiano a través de personajes y situaciones que muchas veces son el pretexto para profundizar y escarbar en la interioridad humana. Versos escritos con esa pasión por la vida que siempre ha distinguido la obra del poeta de Umbría.
Recientemente ha sido galardonado en los “Pegasus Literary Awards – Premio Internacional de la ciudad de Cattolica” por el videopoema “Los niños de Scampia”, ya ganador de numerosos otros premios, entre ellos en 2019 el “Premio Literario Internacional de la ciudad de Latina” y el “Premio Internacional de Literatura Stellina Viareggio”.
Dicen de él:
“…los poemas de Bellucci a pesar de que a menudo hablan de temas dolorosos, no se percibe en ellos el tono de la pena; la transparencia del lenguaje, la sintaxis lineal, la sencillez de la retórica producen un efecto luminoso que hace que las cosas se vean muy bien pero sin dar espacio a las sombras. Incluso, un espectro antiguo que acecha a cualquier lírico, como el narcisismo, no encuentra un punto de apoyo en este autor que también nos habla mucho de sí mismo; la claridad subyacente no lo permitiría…” desde el prólogo de Jacopo Manna
“…Giampaolo es un poeta serial, las palabras fluyen al respirar, tiene sentido de la música y del ritmo, y una facilidad excepcional para encontrar la rima, pero una rima viva, espontánea, sin investigaciones como muchos hacen en repertorios, en los manuales de rimas. El fluir de las palabras es un continuum armónico interrumpido por la institución de las mayúsculas en el párrafo, signo distintivo, entre lo arcaico y lo dadaísta, que en conjunto dan hiatos y vínculos más icónicos que de cualquier otra naturaleza…” desde el epílogo de Antonio Carlo Ponti.
Es apropiado decir que en el caso de Bellucci, poeta y escritor de Bastía Umbra, el arte no conoce fronteras.
La canción de cuna más hermosa
Es una flor que nace
Y florece
Incluso en la roca
Que crece lentamente
Se mueve
Abre los ojos
Y te da la mano
Es como un ramo de rosas
Que germina al sol
Pequeña
Delicada
Perfumada como violetas
Se ríe y luego llora
Da vueltas y vueltas
Cercana a ti
Es frágil y dulce
Como un pajarito
Y pegada a tu seno
Se nutre de amor
Tiene pelo de trigo
Y su corazón es de cervatillo
Mientras le susurras
Palabras dulces
Y tarareando
Con una voz débil
La traes
A un mundo fantástico
Lleno de luz
La miras con ojos de mamá
Y le sonríes entonando
La canción de cuna más hermosa
La più bella ninna nanna
È un fiore che nasce
E che sboccia
Anche nella roccia
Che cresce piano
Si muove
Apre i suoi occhi
E stringe la tua mano
È come un grappolo di rose
Che germoglia al sole
Piccolo
Delicato
Profumato come viole
Ride poi piange
Si gira e rigira
A te vicino
È fragile e dolce
Come un uccellino
E attaccato al tuo seno
Si nutre d’amore
Ha capelli di grano
E di cerbiatto è il suo cuore
Mentre tu gli sussurri
Dolci parole
E canticchiando
Con un filo di voce
Lo porti
In un fantastico mondo
Pieno di luce
Lo guardi con gli occhi di mamma
E gli sorridi intonando
La più bella ninna nanna
*Elisabetta Bagli, poetessa, scrittrice